jueves, 15 de noviembre de 2007

UNA VISIÓN PERSONAL DE LOS ORIGENES DEL BÉISBOL


Tuve la dicha de toparme con una página web (http://www.origenesdelbeisbol.com) dedicada exclusivamente a indagar en los antecedentes del Rey de los Deportes.
César Gónzalez Gómez, el creador de la página, apunta lo siguiente: “Uno de los grandes mitos en la historia del béisbol apunta a que los Knickerbockers [de Nueva York] ‘inventaron’ el juego en 1845. Que un buen día, Alexander Cartwright se arrodilló sobre la tierra y explicó las 20 reglas que los Knickerbockers publicarían ese mismo año.”
César, basado en los trabajos de algunos investigadores, cita luego una serie de antiguas referencias al béisbol. Entre ellas:
“1744. La primera referencia escrita de ‘base ball’ que se conoce apareció en el libro A Little Pretty Pocket Book, Intended for the Instruction and Amusement of Little Master Tommy and Pretty Miss Polly del autor John Newberry. En este libro se describen 32 juegos y actividades para niños, acompañadas de un grabado y un poema describiendo cómo jugar.
“1791. Las autoridades del pueblo de Pittsfield, Massachussets, aprueban una ley que buscaba proteger los cristales de las ventanas de la recién construida casa de juntas, prohibiendo en un radio de 80 yardas del recinto: cualquier juego de wicket, cricket, base-ball, bat-ball, foot-ball, cats, fives o cualquier otro juego de pelota.
“1796. Se publica en Alemania el conjunto de reglas de beisbol más antiguo que se conoce. Escrito en alemán por el profesor de educación física, Johann Christoph Friedrich Gutsmuths, de la misma nacionalidad. El título del libro traducido al Español es: Juegos para el ejercicio y la recreación del cuerpo y el espíritu de los jóvenes, de su educador y de todos los amigos de los inocentes placeres de la juventud.”
Respeto lo anterior: es hasta ahora lo que conocemos, pero yo tengo para mí otros antecedentes del béisbol. Yo supongo en la infinidad de universos, un universo donde se produjo por vez primera el milagro del béisbol. No me atengo a ningún azar o fantasía, sino a la irresistible necesidad del sentido común. Algún ser, dios o fuerza sobrenatural capaz de crear con monstruosa delicadeza las estructuras de un campo de béisbol y de someterse a la extravagante empresa de diseñar y divulgar el conjunto de reglas del juego de pelota. Del suelo habría de levantarse una fumarola de cal: las líneas perfectamente trazadas. Rara vez debió haberse visto tanto ingenio, tanta energía, en el sabor de una proeza de raíces profundas.
Pitágoras, en total ignorancia, habría elaborado una misma geometría, sin saber que con ello no hacía sino duplicar el germen y la efervescencia de las primeras formas del béisbol.
Después vendría el derrumbe de siglos y siglos, de religiones creadoras de imágenes donde jamás hubo signo alguno, incapaces de comprender el resultado imprevisible de un juego de precisiones donde las cosas encuentran su sentido. Todo proviene del mismo ensueño, de aquel visionario aventurado y desconocido que fraguó de la materia amorfa las rectas y ángulos imperturbables sobre los cuales habrían de replicarse los campos de béisbol.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi estimado Capitán Tomate:
Soy César González Gómez, agradezco el gesto de haber visitado mi sitio y, sobre todo, plantear tus reflexiones sobre el tema.
Me intriga tu identidad, no se si ya te conozca, pero si no, es un gusto entablar contacto.
Coincido en que los orígenes del beisbol es un tema que se sigue jalando el hilo hasta el infinito. Ahí es donde se han perdido los investigadores.
En realidad, el beisbol refleja inquietudes y retos que el hombre se ha planteado desde siempre. el desafío al tiempo, el llevar su fuerza y velocidad al límite, el probar su "puntería" lanzándo algo.
Los desafíos que exige el beisbol al hombre estan presentes en América desde más de 1700 años antes de que los ingleses llegaran al continente. Los taínos en Cuba ya practicaban un juego de palo y pelota y en el México prehispánico hay vestigios de juegos de palo y pelota en Teotihuacán, Las Higueras en Veracruz y varias decenas de figurillas en barro procedentes de Colima que al ver la posición y la acción de los jugadores es ineludible pensar en el beisbol. Un personaje se dispone a lanzar con toda su fuerza una pelota del tamaño de una manzana, mientras que un bateador espera atento disponiéndose a golpear la bola con un palo largo.
Ciertamente, el beisbol y estos juegos prehispánicos guardan las mismas bases, pero el beisbol que hoy disfrutamos es una cadena de acontecimientos que viene de Inglaterra y que tiene (o tuvo) parientes muy cercanos en Alemania, Francia y hasta en Libia.
Sin embargo al final, como bien lo mencionas, es el fruto de las preguntas que la curiosidad del hombre se plantea, los retos que su obstinación busca superar.
Me alegra que mi trabajo despierte este tipo de reflexiones. sería un gusto poder entrar en contacto contigo, y mi espacio en el sitio queda abierto para cualquier aportación.
Un abrazo
César

Capitán Tomate dijo...

Al contrario, es un honor César que hayas visitado mi blog. Tu trabajo es formidable, porque como bien dices la historia del béisbol es la historia de la evolución de la humanidad desde el juego primitivo hacia las regiones complejas. Más o menos es lo que he pretendido hacer aquí, (aparte de las infaltables bromas: buscar explorar el béisbol desde el punto de vista de la literatura y las ideas. Voy a enviarte luego un correo para pasarte mis datos de contacto. Gracias por el comentario.

Datos personales