miércoles, 26 de agosto de 2009

PRESENTACIONES EN CULIACAN Y MAZATLAN


La bitácora invita a la comunidad beisbolera sinaloense a asistir a la presentación del libro “Dime que no fue así, Joe”, ese humilde homenaje al legendario Descalzo Jackson y al Rey (o sea al Béisbol).

El Capitán Tomate aparecerá en público.

Culiacán, Sinaloa
(tierra de los portentosos Tomateros)
Jueves 3 de septiembre, 2009
19.30 hrs.
Centro Sinaloa de las Artes
Buelna y Andrade
Col. Centro
Presentadores. Jaime Félix Picos, Ernesto Diezmartinez y Gerardo Osornio.

Mazatlán, Sinaloa
(acaso la ciudad más beisbolera de todo México)
Viernes 4 de septiembre, 2009
19.30 hrs.
Museo de Arte de Mazatlán
Sixto Osuna y Venustiano Carranza
Col. Centro Histórico
Presentadores. Jesús Ramón Ibarra, Ernesto Diezmartinez y Gerardo Osornio.

Habrá vendimia a precios especiales, chic@s guap@s y dedicatoria de libros.
Se invitó a Paz Vega, pero lamentable declinó asistir debido a compromisos laborales y familiares.

Patrocina el Instituto Sinaloense de Cultura.

¡Allá los esperamos!

miércoles, 5 de agosto de 2009

PRESENTACIONES DE "DIME QUE NO FUE ASÍ, JOE"



La bítacora anuncia las primeras fechas tentativas del tour tántrico-mántrico-beisbolero de presentaciones del libro "Dime que no fue así, Joe"
Culiacán (jueves 3 de septiembre, 2009)
Mazatlán (viernes 4 de septiembre, 2009)
Guadalajara (por confirmar)
Los Mochis (noviembre 2009, Feria del Libro)
A través de este sitio se convoca a las vaqueritas Tecate hagan acto de presencia en las presentaciones. De igual forma, se insta al señor Carlos Slim a patrocinar los cartones de cerveza: "don Carlos, se que usted ama el beísbol y que patrocina diversas causas filantrópicas. Estamos hablando de sinaloenses sedientos y usted entenderá la necesidad de apaciguar los calores atroces mediante la ingesta prolongada y continua del producto de la malta remojada."
Los mantendremos al tanto de los lugares y horarios.

¿QUIÉN ES DEWAYNE WISE?


¿Por qué el guante Rawlings de Dewayne Wise está en el Salón de la Fama del Béisbol? Las interrogantes que abre el béisbol nunca terminan por cerrarse del todo. Así es la vida, un instante puede marcarnos para siempre.
Larry Dewayne Wise, nacido el 24 de febrero de 1978 en Carolina del Sur, hasta hace unos días era un perfecto desconocido. De hecho, en cierto sentido aún lo es, pues la mayoría de los aficionados ni siquiera saben su nombre (incluido el presidente Obama, quien se refirió a él llamándolo “Weiss”).
Por cerca de una década, Wise ha sido un peregrino del Juego de Pelota. Ha pasado por diversos equipos de las ligas menores y de las Grandes Ligas. Su pobre porcentaje de bateo de por vida (alrededor de .210) en estricto sentido bastaría para que no tuviera cabida en la gran carpa, pero su fildeo, ah, eso es otra cosa, la cosa que lo mantiene en el béisbol profesional. “Wise” en inglés significa sabio y Wise es un sabio del fildeo. En efecto, Wise es utilizado por los Medidas Blancas de Chicago como jardinero suplente, por lo general para asegurar ventajas en las últimas entradas.
En los entrenamientos, Wise sigue una suerte de liturgia. Se ubica cerca de la franja de advertencia y pide a los coaches que le lancen bolas por arriba de la barda. Entonces Wise salta buscando atraparlas. Y como dijo el New York Times, gracias a esa práctica, Wise tiene ahora un lugar en el panteón de las grandes atrapadas de toda la historia del béisbol: la de Willie Mays de espaldas en el jardín en la Serie Mundial de 1954, la de Al Gionfriddo robando un palo de cuatro esquinas a Joe DiMaggio en el sexto juego de la Serie Mundial de 1947, la de Sandy Amoros en el séptimo juego de la Serie Mundial de 1955, la de Robin Yount para salvar el sin hit de Juan Nieves en 1987, la de Darrell Sherman en la Serie del Caribe de 2002... Ni más ni menos. Veamos cómo sucedió.
El 23 de julio de 2009, el lanzador de los Medias Blancas Mark Buehrle estaba a tres outs de completar el juego perfecto número 18 de las Ligas Mayores. ¿El rival? Los Mantarrayas de Tampa Bay. Wise apenas acababa de entrar a cubrir el jardín central. El bateador Gabe Kapler conectó entonces un macanazo que llevaba etiqueta de cuadrangular. Y digo llevaba, porque Wise pegó un salto formidable, se suspendió en el aire a lo Michael Jordan, estiró el guante y robó un home-run más que cantado. Dos outs después, Mark Buehrle consumaba sin mayor peligro el juego perfecto y mientras era felicitado quizá pensaba en pagarle la cena a Wise. De esa forma, la atrapada quedaría hasta el fin de los tiempos ligada inextricablemente a la imagen del juego perfecto en la memoria de los aficionados.

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