domingo, 25 de octubre de 2009

EL GRAN PECADO DE LOS YANKEES


¿Cómo encontrar mácula en la estirpe inmaculada de los Yankees de Nueva York, los Bombarderos del Bronx, los Yankees de los 26 títulos de Serie Mundial, los Yankees, el equipo más ganador de todos los deportes. Los Yankees del Babe Ruth, de Whitey Ford, de Lefty Gómez, de Lou Gehrig, de Joe DiMaggio, de Mickey Mantle, de Roger Maris, de Billy Martin, de Bill Dickey,de Yogi Berra, de Phil Rizzuto, de Thurman Munson, de Elston Howard, de Reggie Jackson, de Ron Guidry, de Rickey Henderson, de Dave Winfield, de Don Mattingly, de Bernie Williams, de Derek Jeter… los Yankees, ese símbolo del béisbol, el equipo más odiado por los esnobs que no tienen nada mejor que odiar. Sí, los Yankees, esos mismos Yankees tienen un pecado imperdonable, un pecado con nombre y apellido: Willie Mays.
Willie Mays, uno de los cuatro superdotados (Joe DiMaggio, Mickey Mantle y Roberto Clemente fueron los otros). William Howard Mays junior, novato del año en 1951, ganador de dos premios al Jugador Más Valioso, 24 veces seleccionado al Juego de Estrellas, considerado por The Sporting News el más grande pelotero después del Babe Ruth, autor de la Atrapada en la octava entrada de la Serie Mundial de 1954 entre los Gigantes de Nueva York y los Indios de Cleveland, el pelotero de quien Ted Williams dijo: “Ellos inventaron el Juego de Estrellas por Willie Mays.
Era la década de los años 50’s. Jackie Robinson había roto ya la denominada barrera del color en Grandes Ligas y Willie Mays había hecho su debut en las Ligas Negras el 29 de mayo de 1949 con los Black Barons de Birmingham. No tardó mucho Willie Mays en llamar la atención de los buscadores de talento. Sin embargo, los buscadores de los Yankees decidieron ignorarlo. El pecado tomaba forma.
Joe Press, uno de los buscadores de los Yankees, escribió un reporte a Paul Krichell, el jefe de los buscadores, instándolo a firmar a Willie Mays. La respuesta aún cabalga en los senderos de infamia del silencio.
El columnista de The Amsterdam News, Dan Burley, el percatarse de que los Yankees no se veían dispuestos a hacerse de los servicios de Willie Mays, escribió textos periodísticos en donde rogaba a los Gigantes de Nueva Cork para que contratara al extraordinario jardinero.
Por esos tiempos, el buscador de confianza de los Yankees en las Ligas Negras era Tom Baird, miembro registrado del Ku Klux Klan, quien aunque no hizo caso del talento de Willie Mays, si llegó a firmar a un tal Ernie Banks, a quien tampoco quisieron los Yankees.
El mencionado Joe Press apuntaría que los Yankees pudieron haber firmado no sólo a Willie Mays, sino a cualquier otro talento de las Ligas Negras con sólo haberlo pedido. No obstante, los Yankees prefirieron evadir la realidad de la apertura racial.
Para 1955, cuando los Yankees debutaron a su primer pelotero negro, Elston Howard, Willie Mays era ya una gran estrella de los Gigantes y de las Grandes Ligas. Por décadas, la verdad se ha ocultado detrás de los incontables éxitos del equipo neoyorquino: Los Yankees despreciaron a Willie Mays. Tal atrocidad sólo puede ser superada por la venta abominable que hicieron del Babe Ruth los Medias Rojas de Boston.
¿Cuál habría sido la historia de los Yankees con una novena integrada por toleteros del calibre de Mantle, Maris, Howard, DiMaggio y Mays? Todo pensamiento es estremecimiento.

viernes, 23 de octubre de 2009

PRESENTACIÓN ÚNICA EN GUADALAJARA


Atenta invitación a la presentación del libro "Dime que no fue así, Joe" en la ciudad de Guadalajara. La cita es:

Viernes 13 de noviembre, 2009
18.30 hrs.
Biblioteca de la Universidad Panamericana
Calzada Circunvalación Poniente #49.
Ciudad Granja CP 45010.
Zapopan, Jalisco, México
Conmutador: (33)13682200

Presentador. Manuel Salgado Martínez

Habrá degustación de vinos cortesía de la Facultad de Contaduría.


PD. Alguien dígale al administrador de esta bitácora que no siga callando el secreto terrible y revele el más grande pecado de los Yankees de Nueva York. Qué el mundo sepa la verdad y el tamaño de la infamia.

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