miércoles, 30 de abril de 2008

¿QUÉ COÑOS ES EL BÉISBOL?


Si se ha de hablar de un tema para poder entendernos resulta indispensable comunicarnos en un lenguaje común, es decir, bajo una noción de algo más o menos delimitada. ¿Pero qué es el béisbol? ¿Quién alza la mano para intentar responder la pregunta por excelencia de esta bitácora? Veamos entonces algunas de las probables (des)aproximaciones:

El béisbol (del inglés baseball), es un deporte de conjunto jugado entre dos equipos de 9 jugadores cada uno. Se juega en un extenso campo de césped (con excepción de la zona donde los jugadores de la ofensiva corren para embasarse y anotar, llamada línea del corredor, y el área del lanzador donde el terreno es de tierra). El objetivo del juego es golpear una pelota con un bate (batear), desplazándola a través del campo y correr por el campo interno de tierra (infield) buscando alcanzar la mayor cantidad de bases posibles hasta dar la vuelta a la base desde donde se bateó (home) y lograr anotar el tanto conocido como carrera, mientras los jugadores defensivos buscan la pelota bateada para eliminar al jugador que bateó la pelota, antes que este llegue primero a una de las bases o consiga anotar la carrera. El equipo que anote más carreras al cabo del partido es el que resulta ganador.
(Wikipedia)

Juego entre dos equipos en que los jugadores deben recorrer ciertos puestos en combinación con el lanzamiento de la pelota
(Definición.org)

Béisbol, deporte competitivo de habilidad que se juega con una bola dura y un bate entre dos equipos de nueve jugadores cada uno.
(Monografias.com)

El béisbol es el juego de la inocencia y el crecimiento. El béisbol, el fútbol norteamericano y el baloncesto, los tres deportes más populares en Estados Unidos reflejan de forma única el carácter estadounidense -los sueños, ambiciones, logros y pérdidas de Estados Unidos- y los estadounidenses los suelen ver como retos de moralidad relacionados con sus propias naturalezas conflictivas.
(Roger Rosenblatt)

El béisbol, un deporte demasiado grande para ser negocio y un negocio demasiado grande para ser deporte.
(Pedro “el Mago” Septién)

El Rey de los Deportes.
(Anónimo)

Un señor gordo con un palo y que le da a una pelota. La avienta lejos para que la busquen otros señores con cachuchas. La gente les aplaude. La gente toma cerveza en el estadio y grita cosas chistosas. A mí lo que más me gusta es comprar quesadillas.
(Mi sobrino cuando tenía 4 años)

El béisbol es un arte y es un deporte. Se ha aceptado que el béisbol tiene sus raíces en el juego inglés Rounders. Este era jugado por niños de escuela en la Inglaterra medieval (esta época era entre los años de 700 a 1500 (d.c.) en un campo marcado por postes o piedras en el que el número de jugadores no era fijo y cualquier número de jóvenes podían tomar parte. Se dividían ellos mismos en dos equipos de igual número. No tenían posiciones específicas a los que les tocaba el campo, excepto para el pitcher, conocido como Packer o feeder, y el bateador; como Striker.
(Dr. Jaime Cervantes Pérez)

El béisbol es leal y puro, porque así el equipo de tus amores pierda o termine en la última posición, tú sigues fiel a él, no lo cambias ni por todo el oro del mundo, eso se llama amor a la camiseta. El béisbol no te pelea, no te reclama porque no bajaste la tapa del baño, el béisbol es complicado para algunos, he conocido a buenos matemáticos y excelentes físicos, pero no entienden el deporte por más que se lo expliquen cien veces, y aunque yo soy deficiente en la matemática y la física, conozco la pelota como nadie
El béisbol es como una novela, tiene protagonistas y antagonistas, te hace sufrir, cada capítulo es emocionante, nunca quieres que se acabe, y cuando lo hace, esperas con ansias el próximo día para ver que nuevo traerá.
El béisbol es una partitura que cada quien interpreta como puede, el béisbol en ocasiones es raro e injusto, por ejemplo, un corredor llega a home, y el receptor lo toca después de anotar, y a pesar de que 25 mil personas en el estadio lo vieron quieto, y que el árbitro no estaba en la mejor posición, cantó out, un silencio cubre el campo, hasta que el público rechifla y reclama el fallo, pero nada se puede hacer, pues ni el Tribunal Supremo de Justicia, podría revocar la sentencia errónea del umpire.
(Gabriel “Gabo” Chávez)

Yo respeto muchas las opiniones anteriores pero ninguna me dice qué es el béisbol. ¿Deporte? ¿Arte? ¿Recreación? ¿Pasatiempo? ¿Pasión?¿Un equipo desolado sobre el terreno de juego? ¿Un equipo bañado en champagne? ¿Babe Ruth apuntando a lo alto? ¿Una atrapada improbable de Darrell Sherman? ¿Un niño intentando en vano alzar un bate pesado como un bate? ¿Esfericidad del Logos? ¿Poesía del Movimiento? Es un tanto simplista reducir el béisbol a unas cuantas metáforas arbitrarias, ¿pero qué es la vida misma sino unas cuantas metáforas casuales que se extienden sobre una mera sucesión de instantes? Acaso el béisbol sea sólo eso: béisbol. O mejor dicho, no sólo eso, sino que el béisbol es béisbol. El béisbol es el que Es, sin adjetivos.

jueves, 24 de abril de 2008

MICKEY MANTLE


Para mí que Mickey Charles Mantle, la gran figura de los Yankees en los 50’s y 60’s, aporreador implacable en Series Mundiales, era un portento del béisbol. Si para explicarme en términos cristianos he de acudir a la extraña e inextricable figura de la Santísima Trinidad, entonces prefiero pensar en un Santísimo Poker conformado por Mickey Mantle, Joe Dimaggio. Willie Mays y Roberto Clement. Peloteros dotados de… no lo sé, pero de ese algo indefinible que todo aficionado al béisbol que se preste de serlo identifica al momento. Basta ver a ciertos peloteros pararse en la caja de bateo para saber la sustancia de la que están hechos y para crear con ellos un vínculo indisoluble de total, absoluta e irredenta admiración. El comentarista Bob Costas describió a Mickey Mantle como “un frágil héroe con quien tenemos un lazo emocional tan poderoso y duradero que desafía toda lógica.”
En el siguiente texto el poeta Raúl Renán rinde homenaje a la figura inolvidable de Mickey Mantle.


Mickey Mantle (retrato)
Por: Raúl Renán

"La destreza tallada en sus músculos revienta la piel de lo posible. Y el compás curvado del torso mide la perfección del punto fijo proyectando el movimiento perpetuo. Es un sol de gajos con costuras, viaja y transborda en la barda que separa el cielo del infierno. Sobre la tierra con los brazos abiertos en árbol del jardín central, atrapada las aves en desbandada al cielo de nadie. El campo corto, a un metro del suelo riega su aroma horizontal inaprensible. El punto blanco que hace volar sobre verde rasga el azul infinito. Se va, se va, se fue el ángel que frota el aire y excita la agonía de miles de mortales."

PD. Se dice por ahí que una vez a finales de los 60’s vinieron a México los Yankees de Mickey Mantle y que el pitcher Ramón Arano los derrotó ponchando de paso dos veces a Mickey Mantle, quien se sintió confundido de ver parpadear tanto los ojos de Arano, pues nunca supo que éste era miope de nacimiento.

viernes, 18 de abril de 2008

jueves, 17 de abril de 2008

ANTES DEL JUEGO PERFECTO


¿Por qué el autor de esta bitácora no escribe más seguido? ¿Ha muerto acaso? ¿Fue secuestrado por una logia de culto a los extraterrestres? ¿Se encuentra preso en Guantánamo por órdenes de la FIFA? Nada de eso, amigos. La lógica es simple: es primavera, arranque de la temporada de Grandes Ligas, y es mejor leer sobre béisbol que escribir sobre béisbol y es mucho pero mucho mejor ver béisbol que leer o escribir sobre béisbol. Desde luego lo ideal sería jugar béisbol, pero si no es con los Yankees no me interesa jugar con ningún otro equipo y si no es en la tercera base me niego a jugar otra posición. En eso soy irreductible. ¿El problema? Un tal Alex Rodríguez juega la tercera base para los Yankees y así está difícil jugar. Por eso, para fines prácticos ver béisbol es lo máximo a lo cual puedo aspirar.
Es temprano y no hay juegos en la cartelera. Todavía no empieza el Boston vs Nueva York, así que puedo soltar algunas líneas. Creo que no le hago daño a nadie y hasta es un tanque de oxígeno hablar de béisbol en estas tierras contaminadas de imprecaciones y maldiciones panboleras.
Alguna vez comenté más mal que bien sobre la mística de los juegos perfectos: 27 hombres y 27 outs sin que ningún corredor toque las colchonetas. Los juegos perfectos son por esencia impolutos e inolvidables. ¿Pero quién suele recordar lo que sucedió antes de un juego perfecto?
Y para ilustrar la cuestión es prudente hacer remembranza de Donald James Larsen, el hombre que tiró el Juego Perfecto (no un juego perfecto, sino el Juego Perfecto) en la Serie Mundial de 1956 entre los Yankees de Nueva York y los Dodgers de Brooklyn.
Don Larsen era en el mejor de los casos un pitcher mediocre. A veces era usado como abridor y ocasionalmente como relevista. Su récord de por vida en Grandes Ligas fue de apenas 81 ganados y 91 perdidos. Vaya, sus cifras están lejos de ser respetables.
Y lo que son las cosas, los Dodgers le dieron a Don Larsen hasta con la cubeta en el segundo juego de la Serie Mundial de 1956 al grado de que Larsen no pudo ni pasar del segundo inning. Era una locura siquiera pensar en que volvería a lanzar en el Clásico de Octubre. Pero volvió a tirar y…
50 años después, el primera base de los Yankees en la Serie Mundial citada, Moose Skowron recordaría: “No podía creer que [Don Larsen] estuviera pitchando ese día [el 8 de octubre de 1956 en el quinto juego]. Aún no puedo creer la mirada que tenía en su cara cuando él vio que la bola era suya… de shock o algo similar.”
El manager de los Yankees, Casey Stengel fue severamente cuestionado por los feroces periodistas neoyorquinos por anunciar como abridor a Don Larsen para el quinto partido, pero el viejo lobo del diamante respondió: “Abro con Don Larsen y no voy a cambiar de pitcher, pura mierda voy a ensuciarme los zapatos caminando hasta el montículo para pedirle la bola, porque él va lanzar los nueve innings completos, y escuchen bien cabrones, Don los tiene de este tamaño, así como huevos de avestruz, y yo me corto los míos si él no gana este juego.” Amén. Don’t mess honey with those damn God blessed Yankees. El resto es pura y vanal historia.

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