domingo, 15 de noviembre de 2009

NOCHE DE BÉISBOL Y DE VINO


No importó el hecho de nos encontrásemos en un irreductible bastión futbolero, ni que fuese la noche de un viernes ni un viernes de un fin de semana de puente vacacional. Un puñado de leales amigos y aficionados al béisbol se reunió en Guadalajara para hablar del Rey. Gracias a Óscar Oropeza, a Teodoro Rodríguez, a Martín Velázquez, a Francisco Wilson, a Fabiola González (quien se salió de clases para asistir), a Luis Sánchez, a Saralicia Jiménez (quien no asistió, pero tuvo la gentileza de enviar las botellas de vino), a TVC por transmitir ese día y en cadena nacional la película de “Eight men out” y a los demás asistentes al evento.
A solicitud popular, una reproducción del discurso de Manuel Salgado Martínez en la presentación de “Dime que no fue así, Joe” en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, el día 13 de noviembre de 2009, en la Biblioteca de la Universidad Panamericana.


*


Estimado auditorio, bienvenidos todos,


Siempre me gusta presentarme como doblemente contador, y ahora lo haré de la misma manera con mi colega y amigo, el señor David Calderón. Doblemente contador, por un lado porque orgullosamente portamos el título de licenciado en Contaduría de esta universidad y por otro lado, portamos un estandarte invisible como contadores de cuentos, de anécdotas, como relatores de la Historia por el mero afán de serlo, sin pretensiones, sin ostentaciones, y sólo con el premio que representa la satisfacción de escribir. Lo repito, contador público que escribe. Espero que ustedes puedan entender que se está rompiendo el estereotipo. Pienso que tal vez el señor David sea una versión moderna del doctor Jekyll y míster Hyde, durante el día vistiendo un riguroso traje y descifrando con un lenguaje propio los laberintos de las leyes y reglamentos fiscales, misceláneas, resoluciones, pero que en un abrir y cerrar de ojos se convierte en un ser parecido a lo místico que idea fantasías y elucubra historias.

Hace poco escuche una entrevista a Elmer Mendoza, un escritor mexicano contemporáneo, y él acertadamente decía, con otras palabras, que los cuentos deben de ser cortos, intensos, ir al grano, porque así es la vida real. Cuando vamos a contarle un chisme a la vecina no nos tardamos días, vamos al grano y sólo acentuando los detalles que le dan fuerza a la historia, que por cierto debe de ser algo bueno que contar.

En estos tiempos en que andamos a las prisas, los relatos cortos se vuelven un recurso accesible, en cuanto a tiempo, para los lectores. Si nos gusta, leemos el cuento de tirón hasta terminarlo. Si no, lo desechamos sin haber vivido el mismo remordimiento como cuando desechamos una novela.

Lo que más recuerdo de nuestra profesora de Historia del Arte, de la carrera de contaduría, no fue la posibilidad de identificar una columna dórica (lo cual ya olvidé), sino el comentario de que la realidad es como un diamante, y cada quien, cada uno de nosotros ve diferentes caras y por ello la percibe de manera diferente. Esa percepción del diamante es la que plasma el escritor en sus relatos, lo cual hace una gran analogía al tema que nos compete, porque el libro de “Dime que no fue así, Joe”, es precisamente un compendio de relatos cortos en otro diamante, el que está formado por cuatro bases y un montículo, el del rey de los deportes, el beisbol.

Los que no conocen al señor David Calderón, creerán que su seudónimo de Capitán Tomate viene de cada vez que se sonroja, especialmente cuando trata de conquistar una chica guapa o cuando las catas de vino son prolongadas y se pierde la cuenta de las copas de vino ingeridas, pero temo decirles que no es así. Si bien el señor David acostumbra sonrojarse, el mote proviene de un equipo de beisbol de su natal Culiacán, los Tomateros, del cual ha mostrado un exacerbada afición, a tal grado, que hace no poco fue capaz de ir a presentar este mismo libro a la ciudad de Mazatlán, cuna de acérrimos rivales. Siempre he creído que el beisbol es la mezcla perfecta entre el ajedrez y el box, porque se combina la astucia, la agilidad mental con la fuerza física y la velocidad. Entre más conoces el beisbol más te enamoras de este deporte.

Hoy tenemos aquí una muestra que el señor David nos ha ayudado a recolectar y cuidadosamente preparar. Las historias de beisbol valen la pena ser contadas, y tienen mayor valor aún, si son contadas con un toque de humor, de sarcasmo, y de vivencias propias. "Dime que no fue asi, Joe" contiene una entretenida amalgama de experiencias personales, de relatos ocurridos durante el nacimiento del beisbol a finales del siglo XIX y las figuras hoy convertidas en leyendas, así como anécdotas relacionadas con el equipo de sus amores, los Tomateros de Culiacán. Se atreve a confesar sus trampas infantiles para ganar la cartita de colección que le faltaba o conseguir el corte de pelo de su jugador favorito, y de alguna manera confiesa la pasión por este deporte transformada en palabras, y compartida al lector, sin importar el grado de conocimiento que el lector pueda tener por este deporte.

Creo que El señor Calderón está encontrando un estilo, y algunos de sus cuentos que me recuerdan un poco a García Márquez por su riqueza de vocabulario o a Rubén Darío por su perfecta y bella construcción de frases.

Felicito de corazón al autor de este libro, felicito a esta universidad por el acierto de invitar a su egresado a presentar su libro en Guadalajara e invito amablemente al público a pasar un rato en compañía de este magnífico libro orgullosamente culichi, por supuesto, orgullosamente beisbolero.



jueves, 5 de noviembre de 2009

EL CAUCE DE LAS COSAS



Si bien es cierto que el universo es gobernado por el principio de entropía, en donde todo tiende al caos, el béisbol es regido por reglas distintas que representan una suerte de micro-clima de las leyes de la causalidad.

Tarde o temprano en el beísbol el orden termina por imponerse: no hay más allá de los tres strikes o de las cuatro bolas, los outs se suceden unos a otros dejando resquicios por donde se cuela el infinito, los Yankees de Nueva York tarde o temprano recobran su título de Serie Mundial y Paquín Estrada retoma su papel inescrutable de manager de los Tomateros de Culiacán.
Bienvenido Paquín a tu casa, a tu equipo, al que no dejas nunca, sino que sólo otorgas en préstamo.

EL EVANGELIO SEGÚN GODZILLA


La bitácora felicita afectuosamente a los Yankees de Nueva York, campeones 2009 de las Grandes Ligas y al Jugador Más Valioso de la Serie Mundial, Hideki Matsui. 27 Títulos de Serie Mundial. Los números revelan lo incuestionable: El equipo más grande del béisbol.

martes, 3 de noviembre de 2009

EL DESCALZO JACKSON EN LOS MOCHIS



El libro de la bitácora, "Dime que no fue así, Joe" será presentado en Los Mochis en el marco de la Feria del Libro. La invitación es para el martes 17 de noviembre de 2009 a las 5 pm. Allá nos vemos.
El público tapatío no olvide que la presentación en Guadalajara será el viernes 13 de noviembre a las 6.30 pm en la biblioteca de la Universidad Panamericana (avenida Circunvalación, Cd. Granja en Zapopan).

domingo, 25 de octubre de 2009

EL GRAN PECADO DE LOS YANKEES


¿Cómo encontrar mácula en la estirpe inmaculada de los Yankees de Nueva York, los Bombarderos del Bronx, los Yankees de los 26 títulos de Serie Mundial, los Yankees, el equipo más ganador de todos los deportes. Los Yankees del Babe Ruth, de Whitey Ford, de Lefty Gómez, de Lou Gehrig, de Joe DiMaggio, de Mickey Mantle, de Roger Maris, de Billy Martin, de Bill Dickey,de Yogi Berra, de Phil Rizzuto, de Thurman Munson, de Elston Howard, de Reggie Jackson, de Ron Guidry, de Rickey Henderson, de Dave Winfield, de Don Mattingly, de Bernie Williams, de Derek Jeter… los Yankees, ese símbolo del béisbol, el equipo más odiado por los esnobs que no tienen nada mejor que odiar. Sí, los Yankees, esos mismos Yankees tienen un pecado imperdonable, un pecado con nombre y apellido: Willie Mays.
Willie Mays, uno de los cuatro superdotados (Joe DiMaggio, Mickey Mantle y Roberto Clemente fueron los otros). William Howard Mays junior, novato del año en 1951, ganador de dos premios al Jugador Más Valioso, 24 veces seleccionado al Juego de Estrellas, considerado por The Sporting News el más grande pelotero después del Babe Ruth, autor de la Atrapada en la octava entrada de la Serie Mundial de 1954 entre los Gigantes de Nueva York y los Indios de Cleveland, el pelotero de quien Ted Williams dijo: “Ellos inventaron el Juego de Estrellas por Willie Mays.
Era la década de los años 50’s. Jackie Robinson había roto ya la denominada barrera del color en Grandes Ligas y Willie Mays había hecho su debut en las Ligas Negras el 29 de mayo de 1949 con los Black Barons de Birmingham. No tardó mucho Willie Mays en llamar la atención de los buscadores de talento. Sin embargo, los buscadores de los Yankees decidieron ignorarlo. El pecado tomaba forma.
Joe Press, uno de los buscadores de los Yankees, escribió un reporte a Paul Krichell, el jefe de los buscadores, instándolo a firmar a Willie Mays. La respuesta aún cabalga en los senderos de infamia del silencio.
El columnista de The Amsterdam News, Dan Burley, el percatarse de que los Yankees no se veían dispuestos a hacerse de los servicios de Willie Mays, escribió textos periodísticos en donde rogaba a los Gigantes de Nueva Cork para que contratara al extraordinario jardinero.
Por esos tiempos, el buscador de confianza de los Yankees en las Ligas Negras era Tom Baird, miembro registrado del Ku Klux Klan, quien aunque no hizo caso del talento de Willie Mays, si llegó a firmar a un tal Ernie Banks, a quien tampoco quisieron los Yankees.
El mencionado Joe Press apuntaría que los Yankees pudieron haber firmado no sólo a Willie Mays, sino a cualquier otro talento de las Ligas Negras con sólo haberlo pedido. No obstante, los Yankees prefirieron evadir la realidad de la apertura racial.
Para 1955, cuando los Yankees debutaron a su primer pelotero negro, Elston Howard, Willie Mays era ya una gran estrella de los Gigantes y de las Grandes Ligas. Por décadas, la verdad se ha ocultado detrás de los incontables éxitos del equipo neoyorquino: Los Yankees despreciaron a Willie Mays. Tal atrocidad sólo puede ser superada por la venta abominable que hicieron del Babe Ruth los Medias Rojas de Boston.
¿Cuál habría sido la historia de los Yankees con una novena integrada por toleteros del calibre de Mantle, Maris, Howard, DiMaggio y Mays? Todo pensamiento es estremecimiento.

viernes, 23 de octubre de 2009

PRESENTACIÓN ÚNICA EN GUADALAJARA


Atenta invitación a la presentación del libro "Dime que no fue así, Joe" en la ciudad de Guadalajara. La cita es:

Viernes 13 de noviembre, 2009
18.30 hrs.
Biblioteca de la Universidad Panamericana
Calzada Circunvalación Poniente #49.
Ciudad Granja CP 45010.
Zapopan, Jalisco, México
Conmutador: (33)13682200

Presentador. Manuel Salgado Martínez

Habrá degustación de vinos cortesía de la Facultad de Contaduría.


PD. Alguien dígale al administrador de esta bitácora que no siga callando el secreto terrible y revele el más grande pecado de los Yankees de Nueva York. Qué el mundo sepa la verdad y el tamaño de la infamia.

martes, 22 de septiembre de 2009

CARL SANDBURG: LA POÉTICA DEL HIT & RUN


Poeta, novelista, historiador, sobre todo poeta, Carl Sandburg, de padres suecos, nació un 6 de enero de 1878 en Illinois. Ganador del Pulitzer, tanto por su biografía sobre Lincoln como por su obra poética, era un artista y un amante del arte, que lo mismo aparecía en un concierto de Bob Dylan que bebiendo una copa de champagne al lado de Marylin Monroe.
En la obra “Baseball” de Ken Burns, aparece lo que a primera instancia luce una cita curiosa de Sandburg: “En incontables días de verano, yo jugaba béisbol comenzando a las 8 de la mañana, yendo a casa al mediodía para una comida rápida, y de nuevo con el fildeo y bateo hasta que era demasiado tarde para ver la pelota. Era tiempos de cuando mi mente estaba vacía de todo, salvo de los nombres y figuras del béisbol. Podía nombrar a los peloteros líderes de bateo y fildeo, y a los lanzadores que habían ganado los juegos. Tenía mis opiniones acerca de quien era mejor que nadie en el Pasatiempo Nacional.”
En realidad la cita anterior no debe extrañar: Carl Sanburg cimentó sus primeros rudimentos poéticos bajo la inspiración del béisbol. En 1918, Carl Sandburg incluyó en su colección de poemas “Cornhuskers” un texto titulado “Hits and Runs”, en clara referencia a la jugada netamente beisbolera de bateo y corrido. Una traducción posible del poema sonaría así:

Recuerdo a los peloteros de Chillicothe, aferrados en su lucha con los peloteros de Rock Island, en un encuentro de dieciséis entradas finalizadas por la oscuridad.

Y los hombros de los peloteros de Chillicothe eran una niebla roja contra el crepúsculo y los hombros de los peloteros de Rock Island eran una niebla sepia contra el crepúsculo.

Y la voz del ampáyer era un ronco conteo de bolas y strikes y outs y la garganta del ampáyer luchaba entre el polvo por una canción.

La afición de Sandburg por el juego de pelota no se limitaba a los juegos verbales. Le gustaba asistir a los estadios, así como coleccionar estampitas de peloteros. Sandburg llegó a reunir una más que valiosa colección de estampitas, misma que donó años después a la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos.
A diferencia de Walt Whitman, Carl Sandburg no fue un poeta del béisbol y de la literatura como quien se erige en creador de un mármol inescrutable, sino más bien fue un poeta fraguado a partir del béisbol y de la literatura como quien adquiere su rico bagaje de la estética de los grandes poetas y de los grandes peloteros.
Me gusta la idea de imaginar a un Carl Sandburg niño, entretejiendo ya sus primeros poemas al momento de desforrar la esférica con el bate. Después de todo, la poesía del béisbol no requiere de traducción alguna.

LA GRAN RECHIFLA


Sí, yo estuve ahí. La inauguración del Clásico Mundial de Béisbol en el Foro Sol de la Ciudad de México. La masa enardecida gritaba con ansias de arrancarle el no escaso pellejo. Normal, no me extrañó. ¿Pero a quien se le ocurrió darle la bola a un Secretario de Hacienda? Es como soltar un pedazo de carne a la jauría hambrienta.







viernes, 18 de septiembre de 2009

EL TERCER EQUIPO



El actor Robert de Niro sorprendió a algunos reporteros despistados con la noticia de un tercer equipo de béisbol en Nueva York
“Esto va a ser bueno. Va a ser bueno. Va a ser bueno”, les lanzó a algunos reporteros.
“Esta es la única ciudad que puede tener a tres equipos. Lo hicieron antes por cincuenta años, y la población es mucho más grande ahora.”
Es decir, Robert de Niro estaba hablando sobre los Dodgers, los Giants y los Yankees jugando todos juntos en Nueva York hasta 1957.
Azorados, los reporteros cuestionaron a de Niro acerca de en qué liga jugaría el tercer equipo, a lo cual el actor reviró:
“Estoy emocionado de poner un equipo aquí. Me importa un carajo en qué liga juegue. ¿De acuerdo? ¿Entendieron, estúpidos cabrones?
Hasta entonces los reporteros se percataron que de Niro simplemente estaba ensayando para su rol de actuación de su próxima película: “The Third Team”. Pura y simple actuación.

COOL PAPA BELL


James Thomas Nichols, mejor conocido como “Cool Papa” Bell, se presume nació un 17 de mayo de 1903 en Starkville, Mississipi.
¿Y quién es ese personaje con nombre de taquero de puesto semi-fijo en la calle? Cool Papa es el pelotero más rápido que ha pisado un campo de béisbol y quizá uno de los hombres más veloces en la historia del planeta. El mismo Usain Bolt habría tenido un rival formidable en Cool Papa Bell joven. El lanzador Satchel Paige comentó alguna vez: “Si Cool Papa hubiera sabido algo acerca de las universidades o si las universidades hubieran sabido algo acerca de Cool Papa, Jesse Owens [el velocista de los 100 metros planos] habría parecido como que caminaba.”
Debido a la tristemente célebre barrera racial de las Grandes Ligas, Cool Papa se limitó a jugar en las llamadas Ligas Negras y, por algún tiempo, en México, donde participó con los equipos de Tampico, Torreón y Veracruz, dejando constancia de su velocidad en los senderos. Justo con el equipo de Veracruz conquistó en 1940 la triple corona de bateo con un bestial .437 de porcentaje. Posteriormente llegó a jugar con Monterrey. Su carrera como jardinero la inició en 1924 en las Ligas Negras con los Stars de San Luis, donde ganó los campeonatos de 1928, 1930 y 1931.
Tras su paso por diversos equipos, de 1933 a 1938 con el equipo de los Crawfords de Pittsburg formó parte de la tercia de jardineros más afamada de las Ligas Negras, al lado de Ted Page y Jimmie Crutchfield. Tiempo más tarde, Cool Papa Bell, ganó títulos en 1942, 1943 y 1944 con los Grays de Homestead.
Una vez retirado, Cool Papa dirigió a finales de los años 1940’s a los Monarchs de Kansas City, donde tuvo como pupilos a Ernie Banks, Jackie Robinson y Leston Howard.
Pero basta de historiografía, ¿qué tan veloz era en realidad Cool Papa Bell? Nada mejor que las anécdotas, si bien revestidas de sabor a leyenda, para delimitar el punto en cuestión. ¿Y quién mejor para esto que otro legendario pelotero como Satchel Paige?
De acuerdo a Satchel Paige, él llegó a compartir habitaciones de hotel con Cool Papa y pudo percatarse de que éste era capaz de presionar el interruptor de apagado de la luz y lanzarse a su cama antes de que la habitación quedara completamente a oscuras. ¿Qué eso no es suficiente? Pues bien, Cool Papa Bell en una ocasión, gracias a un fly de sacrificio, anotó desde la segunda base. ¿Aún más? Pues Cool Papa Bell en otra ocasión llegó a la tercera base corriendo desde la primera, gracias a un toque de pelota. ¿Impresionante, no? Pero aún hay más.
En un juego de exhibición frente a los Red Sox de Boston, Cool Papa se encontraba en primera cuando mandaron tocar a Satchel Paige. Para cuando Satchel apenas estaba tocando la pelota, Cool Papa ya doblaba de la segunda hacia la tercera. El receptor Roy Partee arrancó a proteger la tercera base, toda vez que quien cubría esta almohadilla bajó a recoger el toque de pelota. Sin embargo, para cuando todos reaccionaron, Cool Papa llegó caminando al home ante la mirada incrédula del lanzador Murry Dickson, quien no cubrió el plato al no imaginarse nunca que Cool Papa llegaría a rebasar la tercera.
Y esto todavía no termina. Satchel Paige apuntaba que en una ocasión Cool Papa Bell le conectó de lleno una línea que zumbó muy cerca de una de sus orejas. Para sorpresa de Satchel Paige, el batazo golpeó al mismo Cool Papa cuando arrancaba de primera hacia segunda.
¿Inverosímil? Después de todo, ¿qué es la verdad? Imposible saberlo, pero Cool Papa Bell fue canonizado en 1974 en el Salón de la Fama del Béisbol. Eso lo podemos saber de cierto al mirar la placa con su nombre en el recinto de Cooperstown.

JACK WHITE. FILÁNTROPO DEL BEÍSBOL


En la Eurocopa de fútbol del 2008, los aficionados pamboleros hicieron de la canción “Seven Nation Army” de The White Stripes, su himno de batalla. ¿Y quién lo diría?, pero Jack White (John Anthony Gillis), guitarrista de The White Stripes, no es precisamente un aficionado al fútbol, sino al béisbol, deporte que practicó durante su juventud. Jack White, uno de los 100 mejores guitarristas de todos los tiempos según la revista “Rolling Stone” y según el administrador de esta bitácora, está más cerca del velocista Justin Verlander que del sobrevalorado Cristiano Ronaldo.
De hecho, el consumado músico, donó recientemente $170,000 dólares para ayudar en la restauración del campo Clark Park, en su natal Detroit.
Vale mencionar a los cinéfilos que Jack White ha aparecido en distintas películas: “The Rosary Murders”, “Cold Mountain”, “Coffee and Cigarettes”, “The Fearless Freaks”, “Walk Hard” y “Shine a Light”.
La bitácora saluda al gran Jack White y les deja el video de la mencionada canción “Seven Nation Army”, que como vimos en realidad debería ser considerada un himno al béisbol. Al César lo que es del César.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

MICKEY RULES

No hay mejor ejemplo de cómo batear que Mickey Mantle (con permiso de Ted Williams).

sábado, 12 de septiembre de 2009

LOS JUEGOS PERFECTOS



Hasta el momento de escribir esto, han sido 18 los juegos perfectos en la historia del béisbol de las Grandes Ligas. 27 hombres, 27 outs sin que nadie alcance siquiera la primera base. He aquí la lista:

1. LEE RICHMOND
Cleveland 0-1 Worcester (12-Junio-1880)
2. JOHN MONTGOMERY WARD
Búfalo 0-5 Providence (17-Junio-1880)
3. CY YOUNG
Filadelfia 0-3 Boston (5-Mayo-1904)
4. ADDIE JOSS
Chicago White Sox 0-1 Cleveland (2-Octubre-1908)
5. CHARLIE ROBERTSON
Chicago White Sox 2-0 Detroit (30-Abril-1922)
6. DON LARSEN
Brooklyn 0-2 NY Yankees (8-Octubre-1956 Serie Mundial)
7. JIM BUNNING
Filadelfia 6-0 NY Mets (21-Junio-1964)
8. SANDY KOUFAX
Chicago Cubs 0-1 LA Dodgers (9-Septiembre-1965)
9. JIM “CATFISH” HUNTER
Minnesota 0-4 Oakland (8-mayo-1968)
10. LEN BARKER
Toronto 0-3 Cleveland (15-Mayo-1981)
11. MIKE WITT
California 1-0 Texas (30-Septiembre-1984)
12. TOM BROWNING
LA Dodgers 0-1 Cincinnati (16-Septiembre-1988)
13. DENNIS MARTINEZ
Montreal 2-0 LA Dodgers (28-Julio-1991)
14. KENNY ROGERS
California 0-4 Texas (28-Julio-1994)
15. DAVID WELLS
Minnesota 0-4 NY Yankees (17-Mayo-1998)
16. DAVID CONE
Montreal 0-6 NY Yankees (18-Julio-1999)
17. RANDY JOHNSON
Arizona 2-0 Atlanta (18-Mayo-2004)
18. MARK BUEHRLE
Tampa Bay 0-5 Chicago White Sox (23-Julio-2009)

EL GRAN CAPITÁN



¡Oh, capitán!, ¡mi capitán!, nuestro terrible viaje ha terminado, el barco ha sobrevivido a todos los escollos.
Walt Whitman

Sucedió lo esperado. Derek Jeter con su imparable 2,722 superó la marca de hits conectados como Yankee, la cual pertenecía al formidable Lou Gehrig. En efecto, el 11 de septiembre de 2009, durante el tercer inning, el capitán Yankee se consolidó como uno de los grandes peloteros de todos los tiempos al hacer sonar el bate frente a Chris Tillman de los Orioles de Baltimore y enviar de imparable la pelota hacia el jardín derecho del nuevo Yankee Stadium. Hasta hace unos pocos días, Derek Jeter había caído en un slump de bateo, mismo que atribuía abiertamente al nerviosismo de estar cerca de rebasar a una leyenda como Lou Gehrig.
Tras superar la marca, Derek Jeter declaró con su sencillez habitual: “Nunca me lo imaginé. Nunca soñé esto. Tu sueño es jugar para el equipo. Una vez que llegas, sólo deseas mantenerte y ser consistente. Por lo tanto, esto no era parte de eso. La experiencia en sí resulta abrumadora.”
Nadie pensaba en 1992 que Derek Jeter llegaría a ser una estrella de la constelación del Bronx. En ese año, el entonces flacucho jugador se iba de 7-0 con cinco ponches en su debut en clase A con la sucursal Yankee de Tampa.
No deja de ser curioso que también un 11 de septiembre (sólo que de 1975), Pete Rose rebasara a Ty Cobb en la marca de hits de todos los tiempos en las Grandes Ligas. Derek Jeter, a sus 35 años, tiene más hits que los que tenía Pete Rose a esa edad. ¿Llegará Derek Jeter a los 4,256 imparables de Pete Rose? Se ve difícil, ¿pero cómo saberlo de cierto?
Aunque Lou Gehrig era un gran competidor, ni duda cabe que habría visto con beneplácito que Derek Jeter, un Yankee de pura sangre, rompiera su marca. Bien lo dijo, el dueño del equipo, George Steinbrenner: “Para aquello que sostienen que el Juego de hoy en día ya no puede producir peloteros legendarios, les tengo dos palabras: Derek Jeter.”
Derek Jeter, orgullo Yankee y orgullo del béisbol.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

CRÍMENES EJEMPLARES DEL BÉISBOL II


¿Qué me ven? Si tenía razón Don Drysdale: Para qué le voy a regalar cuatro lanzamientos al bateador en una base intencional, si de un solo lanzamiento le puedo dar la base y además un buen madrazo.

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Quien avisa no traiciona y yo se lo dije clarito cuando le vi clavando los spikes en la caja de bateo: “Cava bien ese hoyo porque ahí te voy a enterrar.”

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Se quedó esperando la recta el muy iluso. Bien torcido de la cintura quedó con el sinker que le clavé abajito, abajito.

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Soy el señor ampáyer y lo eché porque dijo sentirse mal. Era preciso actuar de esa forma. No hay nada de que extrañarse. Cuando le canté el tercer strike abajo y en la esquina, me miró y me habló con palabras entrecortadas… sí, entrecortadas, algo así como los moribundos: “Estoy enfermo de tus putas decisiones”. Y a la calle, faltaba más, para que lo atendieran los médicos.

*

No fue adrede. No me dejaba acercarme al home. A pura rápida pegada me traía. No me permitía batear a gusto por mi banda. Hasta me tiró una bola a la altura de las orejas. Yo sólo me eché más pa’ atrás y saqué a tiempo el bate. Si al darle con ganas por el puro centro del diamante, qué culpa puedo tener de que su cabeza haya reventado como sandía.

martes, 8 de septiembre de 2009

EL ÚLTIMO HIT DE LOU GEHRIG


“[…] Henry Louis Gehrig, cuyo porcentaje de bateo ha alcanzado dimensiones alarmantes de anemia…”
25 de abril de 1939.
Arthur J. Daley, New York Times

Hiere la frase. Pero sí, es verdad, tan solo tres imparables hasta el momento en esa campaña de 1939. Algo en mí me traicionaba.
Al día siguiente no pude atrapar un fly con un hombre en primera. Ah, la doble matanza, tampoco llegó. Simplemente no pude hacer el giro hacia la segunda. Como si la muerte viajase en sentido contrario, el cuerpo había abandonado el alma.
Llegó el sábado 29 de abril, una tarde nublada. Lefty Gomez contra Ken Chase. Duelo de zurdos. Al bate venían delante de mí, Frank Crosetti, Red Rolfe, Jake Powell y Joe DiMaggio. Yo cargaba puños de arena para sentir sus alas. Soltaba poco a poco la arena para verles volar. Bocanadas de humo se perdían en una niebla lejana.
En la segunda tanda recibí una base por bolas de Chase. Los bates Hillerich & Bradsby eran 33 onzas más ligeros que antaño. Lo doloroso era recorrer el trecho hacia la primera. Alientos y desalientos entrelazaban sus manos en franca desproporción.
El tercer inning conecté de hit. El número 2721 como Yankee. 2129 juegos consecutivos en la alineación. Volteé a ver al coach. Se acentuaba un destello en su frente: una frase extinguiéndose en el vasto incendio de la Memoria.
Extraña tierra esta que da de comer al hombre y le concede su última prórroga. Un juego más, un poco de descanso y quién sabe, por qué no, a lo mejor el telón no se cerraría, pero lo oscuro y lo minado del silencio sangraban ya sostenidos de un garabato…

domingo, 6 de septiembre de 2009

AGRADECIMIENTOS

Culminó la mini gira sinaloense de presentación del libro de la bitácora, “Dime que no fue así, Joe”, pero enviamos desde aquí los más sinceros agradecimientos de parte del Capitán Tomate:

Al editor, diseñador y presentador Jesús Ramón Ibarra.
Al Instituto Sinaloense de Cultura.
Al Centro Sinaloa de las Artes Centenario.
Al Museo de Arte de Mazatlán.
A los presentadores Jaime Félix Picos, Gerardo Osornio y Ernesto Diezmartínez.
Al Chepe Zazueta.
A César Buelna.
A Ricardo González, Gabriel Gordillo, Jonathan Juárez y Emor Villa del periódico Noroeste.
Al periódico El Debate.
A los programas de radio “La Feria”, “El Fanático” y “Conexión Deportiva”, así como al 94.5 del FM.
Al canal 3 de televisión.
A Cris Malcampo.
A don Gaby, por el aventón a Mazatlán.
Al público que siguió las entrevistas y los eventos, no alcanzamos a recordar ni a conocer a todos, pero especialmente a Sergio Acosta, Juan José Ruiz, Vicente Solórzano, Enrique Murillo, Álvaro Calderón, Alvarito Calderón, Daniela Cantú, Meche, Lic. Alberto Gutiérrez, Lic. Javier Ruelas, el Job, el Dumbo Ángulo, ingeniero Carlos Aguilar, Armando Malacón, Frank Meza, Carlos Gastelum, Chachis y el Mayor, mi nina Andrea, la Carmelucha Torres y Moisés.
Al oriundo de Guasave que nos recordó la anécdota de Selman Jack y la del Mago Obeso.
A don Juan Vené, por los elogios inmerecidos desde Nueva York.
Al Consejo Editorial de la bitácora: Ludwig Wittgenstein, Albert Camus, Jorge Luis Borges, Salvador Dalí, Walt Whitman y Jack Kerouac. Quienes desde los cielos le jalan las orejas al administrador de la bitácora por sus errores de sintaxis.
Al descalzo Jackson, porque su nombre figure como debe ser en el Salón de la Fama.
A Adulfo Camacho, por la carrilla que le seguimos dando a más de 20 años de su error.
A don Agustín de Valdez, porque su salud mejore, y porque si nos referimos a sus tiempos de director de un conocido jardín de niñas en Culiacán, no fue sino para rememorar al Culiacán antiguo y rememorar la expiación social de don Agustín hacia el mundo del béisbol.
A quienes leen esto y enriquecen la bitácora con sus comentarios.
A los padres de Monsieur Calderón, por andar en todo este jolgorio.

La lista anterior es un nódulo de silicio, prueba irrefutable de las heráldicas colectivas del béisbol, la literatura y la amistad.

viernes, 4 de septiembre de 2009

EL DESTELLO BLANCO

Dentro de las leyendas del béisbol es posible encontrar la referente a Steve Dalkowsky, el lanzador del cual algunos expertos llegan a sostener que su recta zumbaba hasta las 110 millas por hora, es decir, era más veloz que el mismísimo Nolan Ryan.

Dalkowsky, nacido el 3 de junio de 1939 en Nueva Inglaterra, era un zurdo que jamás llegó a las Grandes Ligas, pero a quien los aficionados mazatlecos recuerdan muy bien, pues jugó para los Venados en la campaña 1965-1966, siendo junto al Peluche Peña, el líder en blanquedas con un total de cinco.

Don Alfonso Araujo escribió sobre el velocista formidable: “Este Dalkowsky, cuando venía por ahí, no había equipo que le ganara. Pero si traía mucho descontrol, que era muy normal en él, no aguantaba mucho. Duró toda la campaña y terminó con 7-9.”

Tras su retiro del béisbol profesional, Dalkowsky cambió las rectas implacables por los consejos de Juan el Caminante, mejor conocido como Johny Walker en inglés, y aunque para la década de los 1990’s logró emanciparse del universo etílico, la demencia había ya consumido gran parte de sus neuronas, a tal grado que le resultaba ya difícil recordar hechos anteriores al año 1960.


Va un poema sobre Dalkowsky:

Yo he de esforzarme para no tener ante mis ojos más que los regueros irregulares del plato, pero las ondas azuladas del alcohol recrean ante mí un estupor como el registro inexorable de un sismógrafo. A mi pesar, distingo lienzos que hacen caer una luz de blancas reverberaciones. Quiero seguir, cimbrar el diamante con las ráfagas de la pelota, pero no hay más, la memoria abdica, calcinada ante el hielo y las tinieblas.

miércoles, 26 de agosto de 2009

PRESENTACIONES EN CULIACAN Y MAZATLAN


La bitácora invita a la comunidad beisbolera sinaloense a asistir a la presentación del libro “Dime que no fue así, Joe”, ese humilde homenaje al legendario Descalzo Jackson y al Rey (o sea al Béisbol).

El Capitán Tomate aparecerá en público.

Culiacán, Sinaloa
(tierra de los portentosos Tomateros)
Jueves 3 de septiembre, 2009
19.30 hrs.
Centro Sinaloa de las Artes
Buelna y Andrade
Col. Centro
Presentadores. Jaime Félix Picos, Ernesto Diezmartinez y Gerardo Osornio.

Mazatlán, Sinaloa
(acaso la ciudad más beisbolera de todo México)
Viernes 4 de septiembre, 2009
19.30 hrs.
Museo de Arte de Mazatlán
Sixto Osuna y Venustiano Carranza
Col. Centro Histórico
Presentadores. Jesús Ramón Ibarra, Ernesto Diezmartinez y Gerardo Osornio.

Habrá vendimia a precios especiales, chic@s guap@s y dedicatoria de libros.
Se invitó a Paz Vega, pero lamentable declinó asistir debido a compromisos laborales y familiares.

Patrocina el Instituto Sinaloense de Cultura.

¡Allá los esperamos!

miércoles, 5 de agosto de 2009

PRESENTACIONES DE "DIME QUE NO FUE ASÍ, JOE"



La bítacora anuncia las primeras fechas tentativas del tour tántrico-mántrico-beisbolero de presentaciones del libro "Dime que no fue así, Joe"
Culiacán (jueves 3 de septiembre, 2009)
Mazatlán (viernes 4 de septiembre, 2009)
Guadalajara (por confirmar)
Los Mochis (noviembre 2009, Feria del Libro)
A través de este sitio se convoca a las vaqueritas Tecate hagan acto de presencia en las presentaciones. De igual forma, se insta al señor Carlos Slim a patrocinar los cartones de cerveza: "don Carlos, se que usted ama el beísbol y que patrocina diversas causas filantrópicas. Estamos hablando de sinaloenses sedientos y usted entenderá la necesidad de apaciguar los calores atroces mediante la ingesta prolongada y continua del producto de la malta remojada."
Los mantendremos al tanto de los lugares y horarios.

¿QUIÉN ES DEWAYNE WISE?


¿Por qué el guante Rawlings de Dewayne Wise está en el Salón de la Fama del Béisbol? Las interrogantes que abre el béisbol nunca terminan por cerrarse del todo. Así es la vida, un instante puede marcarnos para siempre.
Larry Dewayne Wise, nacido el 24 de febrero de 1978 en Carolina del Sur, hasta hace unos días era un perfecto desconocido. De hecho, en cierto sentido aún lo es, pues la mayoría de los aficionados ni siquiera saben su nombre (incluido el presidente Obama, quien se refirió a él llamándolo “Weiss”).
Por cerca de una década, Wise ha sido un peregrino del Juego de Pelota. Ha pasado por diversos equipos de las ligas menores y de las Grandes Ligas. Su pobre porcentaje de bateo de por vida (alrededor de .210) en estricto sentido bastaría para que no tuviera cabida en la gran carpa, pero su fildeo, ah, eso es otra cosa, la cosa que lo mantiene en el béisbol profesional. “Wise” en inglés significa sabio y Wise es un sabio del fildeo. En efecto, Wise es utilizado por los Medidas Blancas de Chicago como jardinero suplente, por lo general para asegurar ventajas en las últimas entradas.
En los entrenamientos, Wise sigue una suerte de liturgia. Se ubica cerca de la franja de advertencia y pide a los coaches que le lancen bolas por arriba de la barda. Entonces Wise salta buscando atraparlas. Y como dijo el New York Times, gracias a esa práctica, Wise tiene ahora un lugar en el panteón de las grandes atrapadas de toda la historia del béisbol: la de Willie Mays de espaldas en el jardín en la Serie Mundial de 1954, la de Al Gionfriddo robando un palo de cuatro esquinas a Joe DiMaggio en el sexto juego de la Serie Mundial de 1947, la de Sandy Amoros en el séptimo juego de la Serie Mundial de 1955, la de Robin Yount para salvar el sin hit de Juan Nieves en 1987, la de Darrell Sherman en la Serie del Caribe de 2002... Ni más ni menos. Veamos cómo sucedió.
El 23 de julio de 2009, el lanzador de los Medias Blancas Mark Buehrle estaba a tres outs de completar el juego perfecto número 18 de las Ligas Mayores. ¿El rival? Los Mantarrayas de Tampa Bay. Wise apenas acababa de entrar a cubrir el jardín central. El bateador Gabe Kapler conectó entonces un macanazo que llevaba etiqueta de cuadrangular. Y digo llevaba, porque Wise pegó un salto formidable, se suspendió en el aire a lo Michael Jordan, estiró el guante y robó un home-run más que cantado. Dos outs después, Mark Buehrle consumaba sin mayor peligro el juego perfecto y mientras era felicitado quizá pensaba en pagarle la cena a Wise. De esa forma, la atrapada quedaría hasta el fin de los tiempos ligada inextricablemente a la imagen del juego perfecto en la memoria de los aficionados.

lunes, 27 de julio de 2009

FE DE ERRATAS (AZOTADME)



Una vez más la bitácora se adelanta y da a conocer la fe de erratas de la obra “Dime que no fue así, Joe”. El autor se disculpa por lo falible de su condición humana y como expiación se postra ante el misterio intacto del béisbol.

En la página 21 dice en la última frase del primer párrafo: “Su ardiente sacudida creó poderos vacíos y rupturas en la médula del juego.”

Debe decir: “Su ardiente sacudida creó poderosos vacíos y rupturas en la médula del juego.”

En la página 27 hay una parte donde dice la oración: “Textos no ya hombres que apenas atinaron (…)”.

Debe decir: “Textos y no hombres que apenas atinaron (…)”.

En la página 47, la última frase dice: “Los historiadores se han mostrado escépticos sobre si todo ocurrió exactamente como lo relató Satchel Paige, aún y cuando ese juego existió, y en efecto Paige entró a relevar más o menos en esas circunstancias, quizá no en el sexto inning sino en el séptimo.”

Debe decir: “Los historiadores se han mostrado escépticos sobre si todo ocurrió exactamente como lo relató Satchel Paige, aún y cuando ese juego existió, y en efecto Paige entró a relevar más o menos en esas circunstancias, quizá no en el séptimo inning sino en el sexto.”

Y he aquí lo imperdonable, lo abominable, en suma lo atroz, en la página 68, en la última oración se señala que la Serie Mundial entre Boston y Colorado fue en 2008. Error garrafal de dedo, pues todos sabemos fue en el 2007. Mea culpa. Gracias a Sergio Acosta, lector atento, por alertar de esta falla cronológica.

sábado, 25 de julio de 2009

UN SALUDO A ESPN


Me gustaría saludar a los cronistas beisboleros de ESPN Luis Ernesto Jérez y Candy Maldonado, pero a quien le envío un saludo especial es a Georgina González Ontiveros por comentar en su espacio de ESPN deportes acerca del libro de esta bitácora: Dime que no fue así, Joe". La reseña fue así:


SOCIALITOS BEISBOLEROS


No puedo irme sin recordar que la magia de las redes sociales me ha llevado a conocer a muchas personas que de otro modo nunca podría contactar y un lector, el Capitán Tomate, me envió por medio de facebook.com/ontiveros (y del correo, claro) un pequeño libro que no he podido dejar de leer: "Dime que no fue así, Joe", de David Calderón, editado por el Instituto Sinaloense de Cultura, sobre anécdotas del rey de los deportes, el béisbol, aunque el Capitán Tomate prefiere llamarle simplemente "El Rey" para aquellos que les gusten los batazos y/o las analogías bien pensadas,
No soy particularmente fan del béisbol pero el libro es, simple y enormemente, disfrutable. En contraste con mi falta de pasión por "El Rey", se lo he mostrado a compañeros que sí son fanáticos del juego del bat y a todos les han brillado los ojitos, pero este ejemplar numerado y firmado es ¡mío! jeje. Muchísimas gracias, Capitán Tomate, me has regalado buenos ratos de lectura.


Puede leerse el artículo completo en:



RICKEY, EL RELÁMPAGO

Rickey Henderson fue elegido para el Salón de la Fama. A riesgo de caer en el ridículo, no hay forma de escatimar sus méritos. Las críticas se limitan a la pobreza de su lenguaje y a ciertas historias sobre el ego de Henderson como la de haber sido visto varias veces desnudo en los camerinos practicando el swing ante el espejo y recitando un mantra: “Rickey es el mejor, Rickey es el mejor…“ ¿Pero cuál lenguaje señores? Para Rickey Henderson no había otro lenguaje que el del béisbol. Él mismo lo dijo: “Los discursos no son lo mío, y no soy un doctor ni un profesor. De modo que pedirme que escriba un discurso o que lo lea, es como ponerme una corbata realmente ajustada alrededor del cuello.” Si quieren un discurso para la ceremonia de inducción al Salón de la Fama, lleven un ejército conformado por los lanzadores y receptores víctimas de la velocidad de Henderson. Quizá ellos puedan satisfacer esas ansías de sofisticación semántica.
Edmond Jabès sostenía en “El Libro de las Preguntas”, no debemos confundir justicia con verdad; porque la justicia se hace en nombre de la verdad y la verdad se busca. Rickey Henderson era la justicia del relámpago en los senderos. El más grande primer bate de la historia del béisbol.
Curioso hablar de un primer bate, porque la primera revista de “Sports Illustrated” que llegó a mis manos tenía a Rickey Henderson arrancando hacia la estafa de la segunda y con el título: “What a Show!”. Era 1990, año en el cual los Atléticos de Oakland de Henderson pasaron sobre los Azulejos de Toronto para llegar a la Serie Mundial. Henderson volvió literalmente locos a los rivales. Cada vez que se paraba en la primera base terminaba en la tercera gracias a sus robos. Al ultimar una lectura impecable de los músculos del pitcher antes de ir hacia el plato, el orden primitivo del relámpago imponía la lógica del destello inescrutable para volar hacia la siguiente base. Una vez divisado en el cielo un relámpago, sólo queda escuchar el trueno. No hay forma de detenerlo.
Bien lo señala Jerry Crasnick, si Henderson se caía deslizándose hacia la segunda base, se levantaba, se sacudía el polvo y robaba la tercera. Si el pitcher oponente le lanzaba la bola por debajo de la barbilla, se levantaba, agarraba el bate, y alineaba el siguiente batazo por el medio.
Nacido un 25 de diciembre de 1958, en Chicago, Illinois, En sus haberes se encuentran 1.406 bases robadas (rebasando a Lou Brock), 2.295 carreras anotadas (rebasando a Ty Cobb), 2.190 pasaportes, un premio de Jugador Más Valioso, diez participaciones del Juego de las Estrellas, un Guante de Oro, unos 3.055 hits y la mayor cantidad de jonrones iniciales (81) que cualquier otro jugador en la historia. Hay varios miembros del Salón de la Fama que ni juntos tendrían los números de Henderson. Su placa en Cooperstown debería rezar como la portada de Sport Illustrated que mencioné: “What a show!”

lunes, 20 de julio de 2009

DEL DESCALZO JACKSON Y DEL MÉTODO PARANOÍCO CRÍTICO APLICADO AL BÉISBOL


El poeta James Douglas Morrison proponía a la auto-entrevista como un método de exploración del inconsciente. El administrador de la bitácora, holgazán como es, en lugar de hablar del toque suicida de Nelson Barrera en la Serie del Caribe de 1986 o de los 56 juegos de Joe DiMaggio conectando al menos un imparable, ha optado por fraguar una auto-entrevista en alusión al libro de “Dime que no fue así, Joe”. Vaya descaro, pero he aquí la primicia. La bitácora primero. Ya vendrán después el New York Times, Le Monde, La Afición y el Libro Vaquero.


“Dime que no fue así, Joe”. ¿Por qué ese título?

Es en recuerdo del Descalzo Jackson, el gran pelotero, corrijo, el sublime artista de la pelota, damnificado de la investigación acerca de los peloteros de los Medias Blancas que se vendieron a los apostadores en la Serie Mundial de 1919. Según la leyenda, al salir de un interrogatorio ante un tribunal, el Descalzo fue abordado por un niño quien le habría preguntado: “Dime que no es así, Joe” (“It ain't true, is it, Joe?”, en inglés). El Descalzo, habría respondido: “Me temo que sí”, a lo cual el niño apuntó: “Bueno, nunca lo hubiera pensado”.

Al Descalzo lo veo como una víctima de sus compañeros tramposos. Probablemente lo enredaron, aprovechándose de que mal sabía leer y escribir. Como quiera que sea, puso grandes números en esa Serie Mundial y es uno de los mejores peloteros en la historia de todo el béisbol. El tiempo, o mejor dicho la gente sensata -porque para el tiempo nada existe-, lo reivindicará.

¿Cómo nacieron las historias contenidas en el libro?

Por pura casualidad. Tenías ganas de hablar de béisbol y a lo mejor traer a colación recuerdos y obsesiones personales. Dicen que de Sinaloa no se puede hablar de otra cosa que no sea narcotráfico. Pero eso es falso, Sinaloa, además de mujeres ubérrimas, tiene otras bondades. El béisbol es una de ellas. Aproveché el espacio de una bitácora personal en Internet. Se suele identificar a los llamados Grandes del Béisbol: Babe Ruth, Mickey Mantle, Joe DiMaggio, Willie Mays y Roberto Clemente, pero hay otros estupendos peloteros cuya memoria merece permanecer en el inconsciente colectivo. Me enfoqué a esos otros dioses menos conocidos. Aunque decir “menos conocidos” es un albur, pues muchos de ellos son verdaderas leyendas del Juego de Pelota.

Al leer el contenido de “Dime que no fue así, Joe”, da la impresión de que los textos penetran en la médula del béisbol. ¿Acaso practicabas este deporte?

Sí, si a batear .180 de porcentaje y mostrar un fildeo decoroso se le puede llamar jugar béisbol. ¿Por qué siempre me han de preguntar acerca de esto? La verdad era muy, pero muy malo con el bate. Pero más que jugar, idolatré (y aún idolatro) a muchos peloteros, aún y cuando no siempre los haya visto en acción, por no ser de mi época. Y mira, la filosofía y la literatura se suelen abocar a los temas excelsos o épicos como el amor, la muerte, la guerra, etc. Para mí el béisbol no se queda atrás en cuanto a magnanimidad, de hecho, la historia del nacimiento de los ritos o de las religiones guarda pleno paralelismo conceptual-telúrico-dinámico con el desarrollo del béisbol. En lugar de Atila o de Julio César, ahora tenemos a Manny Ramírez y a Derek Jeter. Y Billy Martin en su momento fue como una suerte de Montaigne atómico-televisivo.

¿Cómo definirías el estilo del libro?

Como lo dice el merchandising, el libro es un homenaje borgiano, ontológico, filosófico, teológico, paranoíco-crítico-daliniano,ultra-poético y literario al béisbol y a la memoria impolutamente beisbolera del descalzo Jackson.

¿Te agrada algún texto en particular de tu libro?

Como autor poco importa lo que me pueda agradar, los textos ya no son míos, sino de los lectores, pero como lector me gustan el texto del título y también el de “Jaime Orozco y el hombre que nunca estuvo ahí”, el cual fue el primero que escribí. Claro, aún me provoca risa leer cosas como “Will Clark y la conciencia de lo imposible” o “Mi padre, el nacional-socialismo, los cortes de pelo y Andy Van Slyke”, por las referencias personales total y absolutamente ineludibles. A mi mamá también le causó gracia la historia de los cortes de pelo.

En algunos textos, y los dos últimos mencionados pueden ser buenos ejemplos, uno va leyendo lo que en apariencia es una crónica chabacana al estilo de “La serie de los años maravillosos”, pero de repente se encuentra uno con un humor ácido cargado de elementos perturbadores. ¿Por qué el uso de situaciones o imágenes políticamente incorrectas?

Por joder. Así es la vida, quiero decir en la vida normal, cualquier cosa está cargada de elementos perturbadores. Simplemente sal a la calle, si te descuidas, te pueden atropellar al cruzar la acera. O en el estadio, si te descuidas, un batazo de foul te puede dar de lleno. Uno debe mantenerse alerta.

Hay en la obra muchas referencias literarias: Kerouac, Whitman, Ashbery… ¿Es algo premeditado?

Claro, mentiría si sostuviera lo contrario. Se suele pensar en el mundo del arte como en un nicho intelectual mistificado y separado del deporte, pero al final de cuentas arte y deporte son manifestaciones culturales de los seres humanos. Menciona cualquier figura literaria. ¿James Joyce? ¿Kafka? ¿García Márquez? ¿Phil Roth? ¿El crítico Harold Bloom? Le duela a quien le duela, culturalmente hablando para nuestra época ellos no son más importantes que los grandes peloteros. Pero no sólo eso, a Babe Ruth lo recordarán hasta al final de los tiempos tanto como a Shakespeare. Ambos eran unos genios, uno del bate, otro del verso. Yo habría firmado antes de nacer haber tenido talento para alguna de esas dos expresiones culturales. ¿Quién no?

En las pocas referencias políticas del libro, los políticos no parecen salir bien librados. ¿Es así?

Bueno, el único sitio en donde puede salir bien librado un político es en algún texto o discurso o libro escrito por fanáticos o escritores pagados. ¿No es así? Simplemente ve el drenaje de tu colonia, y da igual en qué lugar o ciudad de México vivas, es lo mismo, llueve y las calles de inundan. Si me dices que con Benito Juárez no pasaba eso, te diré que estás equivocado. Y eso es un ejemplo bastante sencillo. Ahora bien, nada más no te metas con Porfirio Díaz ni con Adolf Hitler, porque a mi papá no le va a gustar nada eso. ¿O no leíste esa parte del libro?

¿Qué le dirías a quien se sienta traicionado porque en tu bitácora todos los textos pueden leerse de forma gratuita y ahora tienes un libro en venta?

Debo aclarar el punto. Yo no voy a recibir regalías ni dividendos por la venta del libro. Por lo tanto, no me estoy uniendo al tinglado capitalista. Y si lo hiciera algún día, ¿qué más da? Pero en este caso, todo lo que se recaude en ventas será para las arcas del Instituto Sinaloense de Cultura con el fin de que se puedan seguir imprimiendo más libros de otros autores y para que se siga fomentando la lectura y la cultura en Sinaloa. Es decir, el propósito, de mi parte, es meramente filantrópico y beisbolero. Hay quienes nunca han leído la bitácora y ahora pueden leer las historias en formato de libro. Mi padre a su edad no puede ya leer por si solo, ha perdido parte de la vista, mácula degenerativa, algo así, pero mi mamá ya le leyó el libro. Eso está bien, ¿no?

Por otro lado, lo admito, yo recibí algunas copias del libro y las he estado vendiendo, pero también he regalado un montón. Pero vamos, no me voy a hacer rico ni mucho menos, aunque el otro día vendí 16 copias en Guadalajara. Hey, es más como un reto, imagínate vendí 16 copias de un libro de béisbol en una ciudad futbolera. Con algo de suerte, para algunos mi libro podría ser una especie de medicina anti-pambolera.

Lo que sí me gustaría es que se apoyara la edición de más libros sobre béisbol. Sigo pensando en una edición de lujo de la historia de la Liga Mexicana del Pacífico de parte de don Alfonso Araujo. El día que eso suceda, yo voy a querer que me autografíe uno. Te lo digo sinceramente, ese libro me causaría mayor emoción que si me trajeran una pelota autografiada por Alex Rodríguez.

Nos vamos a extrainnings. Algo que quieras agregar.

Gracias y que aún y cuando les falta pitcheo y están más fuertes Boston y Los Ángeles, ojalá los Yankees ganen la Serie Mundial. Que dios los bendiga (a ustedes y a esos endemoniadamente benditos Yankees).

miércoles, 15 de julio de 2009

"DIME QUE NO FUE ASÍ, JOE" EST ARRIVÉ


La prometida antología beisbolera estará en breve en venta en el Casino de la Cultura en Culiacán. No obstante, en esta bítacora ponemos a su disposición antes que en cualquier otra parte, los primeros ejemplares de la obra, recién salidos de la imprenta, numerados a mano y autografiados personalmente por el autor. El precio con envío (incluído) por correo registrado a cualquier lugar de la República Mexicana es de $ 120.00. Pago aceptado mediante depósito bancario.
Interesados, dejar su correo.
De igual manera se atienden pedidos de otros países con los costos variando de acuerdo al valor del envío.

sábado, 11 de julio de 2009

EL LIBRO DE LA BITÁCORA



El administrador de esta bítacora no ha muerto, andaba de parranda (aunque aún tiene resaca), pero desea anunciar la próxima venta de su libro "Dime que no fue así, Joe" (Culiacán, 2009, 97 pp.) publicado por el Instituto Sinaloense de Cultura y bajo una edición elaborada y diseñada por el poeta Jesús Ramón Ibarra. El libro es un homenaje al béisbol y a la memoria del descalzo Jackson. La venta será a traves del Instituto referido (llamado antes Difocur) y la librería del Casino de la Cultura en Culiacán, Sinaloa (México). El autor, por su parte, necesita pagar las cervezas de su despensa y va a vender directamente sólo un lote muy reducido, numerado a mano y autografiado o dedicado, según se solicite. Hay envíos a cualquier parte del mundo. En breve, publicaremos imágenes del libro y mayores datos en cuanto a posibles presentaciones en Culiacán, Guadalajara y otros sitios.
Ni modo, pero a regañadientes el autor tuvo que revelar su identidad, aunque todos sabemos que en el fondo seguirá siendo el Capitán Tomate.

sábado, 3 de enero de 2009

ANGELUS BEISBOLERO


Oración compuesta por la Iglesia Yankee para recitarse tres veces al día, mañana, mediodía y ocaso, en honor de la Encarnación del Verbo del Béisbol. El texto consta de tres versículos y respuestas y una oración rematada por una letanía final.

V. El Ángel del Béisbol anunció el line-up.
R. Y anotamos por obra del cuadrangular.
V. He aquí la loma de los disparos.
R. Hágase el cero a través de nuestro pitcher.
V. El Verbo se hizo gane.
R. De la Serie Mundial.

ORACIÓN

Te rogamos, Señor, que infundas
tu gracia en nuestros jonrones
para que los que por la Anunciación
del Ángel hemos conocido la
Encarnación del Babe, tu hijo,
por su Bate y Guante, seamos
llevados a las glorias de Octubre
por el mismo Babe, nuestro gran bateador. .
Amén.

Dios no da, pero cuando da, da en grande.
Amén.

viernes, 2 de enero de 2009

PISA Y CORRE. BÉISBOL POR ESCRITO


Hace tiempo leí el libro del encabezado. Me gustó, sobre todo porque eran textos centrados en el Rey de los Deportes. Desde luego si de escoger se trata me sigo quedando con la Historia de la Liga Mexicana del Pacífico de don Alfonso Araujo, porque quien entiende un poco de este juego sabrá que la realidad del béisbol posea una magia más sorprendente que la de la propia ficción, siempre supeditada ésta a las formas literarias conocidas o por descubrir. En fin, abajo encontrarán un mensaje publicitario para los interesados en el libro referido en primera instancia.
Vicente Leñero y Gerardo de la Torre reúnen textos beisbolísticos de grandes escritores en una compilación titulada PISA Y CORRE, EL BÉISBOL POR ESCRITO. El béisbol es capaz de suscitar pasiones dignas de quedar plasmadas en papel. Vicente Leñero y Gerardo de la Torre lo saben, y por ello reunieron a escritores de la talla de José Agustín, Eliseo Alberto, Daniel Sada y Eduardo Lizalde, entre otros, para transmitir su sentir acerca de este deporte. Gerardo de la Torre comenta, que el libro cuenta con teatro, cuento, poemas, ensayos, novela... entre otras cosas, eso sí, todos escritos con elegancia, categoría y literatura, todas son obras de profesionales. Leñero, que entró después, hizo mucho énfasis en escribir algo consagrado, nada de chavos que escriben un cuento de béisbol o mucha gente que por salir escribe algo. Después de esto, a la conclusión que llegaron fue que sí hay una literatura beisbolera en español. En el béisbol, De la Torre encuentra un juego de tensiones, de estrategias, de anécdotas maravillosas y de terminologías que se aplican a la vida cotidiana, como "cuando andas con la novia, y te preguntan cómo vas, dices: -pues mal, me tiene en 3 y 2-, o cuando un hijo está a punto de nacer, dice: -tengo hombre en tercera-. Pero también, agrega De la Torre, porque encuentra en este deporte una especie de sensualidad que no existe en otros deportes: "Eso de tener el guante, por ejemplo. De joven, cuando jugaba, me dormía con el guante junto a la almohada". El béisbol es capaz de despertar mucha pasión, pero no como en el fútbol, que ha provocado guerras (como la guerra de Honduras y El Salvador) o que consume gran parte de nuestra vida en el terreno de juego: "En el béisbol ves el juego, termina, y adiós y hasta otro día. Hay quienes lloran, rezan, pero saliendo del parque se les olvida y se dedican a lo que se tienen que dedicar en la vida. "Yo no he visto que se diviertan tanto los jugadores de otros equipos como en el béisbol. Que bromeen, que se relajen, ¿por qué? Porque te da tiempo. En el béisbol tienes que pensar todo el tiempo, que si viene hacia a mí o qué voy a hacer, que si viene por derecha o por izquierda, etc., por eso te da tiempo". Por último externo: "Todos los textos (del libro) tienen que ver con la vida, digo, imagínense a los primeros hombres en la tierra, erguidos: el homo erectus, ya no vamos a decir el homo sapiens, ¿Cómo se hacia de alimentos con las bestias mayores? Bien con piedras, bien con palos, usaba el palo y la pelota desde el principio. Y ahí está el acto de batear y el acto de lanzar".PISA Y CORRE, EL BÉISBOL POR ESCRITO se encuentra en las librerías bajo la editorial de Alfaguara.

jueves, 1 de enero de 2009

APRENDIENDO A LEER BÉISBOL


En la biblioteca del congreso de los Estados Unidos se encuentran algunos ejemplares de un peculiar libro destinado a enseñar a los niños el alfabeto. Lo curioso del asunto es la temática empleada para tal fin: el béisbol. Los pequeños aprenden sus primeras letras a través de palabras y términos netamente beisboleros.

Si en México se manejara algo así en los libros de texto para que en lugar de que los niños usaran sus primeras letras no para aprender sobre dudosos héroes oficiales o formas inexistentes de gobierno, sino sobre caballeros del béisbol como Roberto Clemente o Greg Maddux, mataríamos dos o tres pájaros de un tiro: enseñaríamos a leer, enseñaríamos a apreciar cosas sanas para la inteligencia y probablemente enseñaríamos a apartarse de la pereza mental del fútbol maquiavelicamente suministrado por las execrables televisoras abiertas. Mil veces preferible que nuestros niños sueñen con ser jardineros centrales que con ser narcotraficantes, secuestradores, padrotes o diputados.

DESEOS DE AÑO NUEVO


No es posible escribir sin unos tragos entre pecho y espalda. Sólo los niños y los borrachos dicen la verdad. Pero no escribo deseos sino pensamientos. Mal, mal, no hay aquí la perfección formal de un texto trabajado y corregido, pero qué diablos, no me imagino a Rimbaud titubeando al escribir un verso.

1. Los Tomateros... porca miseria… no, no voy a hablar en contra de ellos, aunque bien lo merecen. Esta temporada (2008, porque no llegaron al 2009), se salvan unos pocos de ellos, entre los que se encuentran Cuco Cervantes, Casey McGegee, el Chato Vázquez, Ramiro Peña, Héctor Rodríguez, Omar Espinoza y Federico Castañeda. Que se consigan pitcheo decente, que vuelva el Paquín y que el hermano del Kung-Fu Zazueta siga creciendo como pelotero, o sea Amadeo Zazueta. Y que Hermosillo no gane el campeonato.

2. Los Yankees. That damn God blessed Yanks! Que los dólares sirvan de algo: que Sabathia muestre cojones al tirar en play-offs, que Burnett no se lesione y que Texeira siga bateando como siempre.

3. Que se vaya a la mierda George W. Bush.

4. Que el autor de esta bítacora escriba menos y lea más, sobre todo a Céline, a Jabès y a Char. Menos U2 y más Bob Dylan.

5. Que el partido entre Cuba y México en el Clásico Mundial sea memorable. Doy el brazo izquierdo de mi mejor amigo para que así sea. Ahí estaré.

6. Que logre pagar las deudas del 2008. Que ustedes también.

7. Que la Serie Mundial del 2009 sea al menos de la calidad de la que vimos entre Tampa Bay y Philadelphia en el 2008.

8. Que siga siendo amo y señor de las ligas fantásticas de Béisbol en Yahoo!

9. Que el Chino reconozca a sus hijos regados y que baje los precios de los productos en las tiendas Ley.

10. Que Noelia, mi pareja, a pesar de ser española, pueda aprender sobre béisbol para que supere las limitaciones inherentes al rácano mundo del fútbol.

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